Nada mejor que el aire helado de una mañana,que te congela todas las partes del cuerpo no cubiertas por el abrigo.
Vas fumandote ese cigarro,como todas las mañanas,que si no tienes,piensas en pedir a cada persona con la que te cruzas,pero te da verguenza,todo el mundo va dormido y se asustan al oir una voz que les dice "perdone,¿tiene un cigarro?".Les despiertas de su sueño y se molestan,no te dan el cigarro y encima,infelices,te miran con desprecio.
Sigues tu camino,sacas el móvil del bolsillo para ver la hora,ya es tarde y una vez más,te da igual la bronca que te va a caer.
Piensas en tu escasa libertad mientras te comenta cuántas veces has estado en esa sala recojiendo el papelito que dice que has llegado a las 8.35.Asientes sumiso con la cabeza y caminas con el papelito en la mano,con cara de haber escuchado la bronca y de estar arrepentido,pero en realidad lo que te pasa es que estás hasta los cojones de la voz de la vieja,y de que te haga perder más tiempo dándote esa charla que olvidarás 3 minutos más tarde.
Entras en clase,cuelgas la mochila y miras las caras de tus compañeros dormidos.
Así hasta que pasan 6 horas eternas y sales.
Te hechas el cigarro de la salida y vuelves a casa,duermes.
Te levantas y al ordenador,si hay que estudiar,estudias un poco y te duchas.Así llegó la hora de cenar todos los días y Laura una vez más,inerte,se fue a la cama una noche más.
Rutina.
Vas fumandote ese cigarro,como todas las mañanas,que si no tienes,piensas en pedir a cada persona con la que te cruzas,pero te da verguenza,todo el mundo va dormido y se asustan al oir una voz que les dice "perdone,¿tiene un cigarro?".Les despiertas de su sueño y se molestan,no te dan el cigarro y encima,infelices,te miran con desprecio.
Sigues tu camino,sacas el móvil del bolsillo para ver la hora,ya es tarde y una vez más,te da igual la bronca que te va a caer.
Piensas en tu escasa libertad mientras te comenta cuántas veces has estado en esa sala recojiendo el papelito que dice que has llegado a las 8.35.Asientes sumiso con la cabeza y caminas con el papelito en la mano,con cara de haber escuchado la bronca y de estar arrepentido,pero en realidad lo que te pasa es que estás hasta los cojones de la voz de la vieja,y de que te haga perder más tiempo dándote esa charla que olvidarás 3 minutos más tarde.
Entras en clase,cuelgas la mochila y miras las caras de tus compañeros dormidos.
Así hasta que pasan 6 horas eternas y sales.
Te hechas el cigarro de la salida y vuelves a casa,duermes.
Te levantas y al ordenador,si hay que estudiar,estudias un poco y te duchas.Así llegó la hora de cenar todos los días y Laura una vez más,inerte,se fue a la cama una noche más.
Rutina.
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